Los planes de pensiones son una de las fórmulas más habituales para pagar menos impuestos en la declaración de la renta puesto que las aportaciones que se realizan al plan de pensiones sirven para reducir la base imponible del IRPF.
Las aportaciones hechas antes de 31 de diciembre de 2015 al plan de pensiones reducen la base imponible del IRPF, dentro de unos límites. La cantidad máxima que se puede deducir el contribuyente es de 8.000 euros.
También son deducibles las aportaciones realizadas al plan de pensiones del cónyuge, siempre que éste no obtenga rentas o que sus ingresos no superen los 8.000 euros anuales. En este caso el límite para reducir la base imponible está establecido en 2.500 euros.
Además, las aportaciones a planes de pensiones de personas discapacitadas realizadas por sus familiares están sujetos a deducciones, con un límite de 10.000 euros anuales, y de 24.250 euros por aportaciones realizadas por ellos mismos.
