El futuro de la tarifa plana de los autónomos puede estar en entredicho ya que la bonificación está en el punto de mira del nuevo ejecutivo de Pedro Sánchez. Una de las alternativas que parece está recibiendo más apoyo por parte del colectivo de autónomos, pero aún no ha sido ratificada por el Ejecutivo es la denominada cotización por tramos en función de los ingresos.
El Ministerio de Trabajo ha anunciado que la denominada tarifa plana, que lleva activa desde el año 2013 no es tan eficaz como en principio se pensaba. Y es que, tan sólo el 15,5% de los trabajadores por cuenta propia que se lanzaron a emprender, sigue en activo a día de hoy.
La raíz del problema no es que la medida no haya sido popular entre los autónomos. La cuestión es que hay muchos trabajadores que se hacen autónomos atendiendo a la tarifa plana para facturar ciertos servicios y luego se vuelven a dar de baja. Aunque la idea de que promovió la medida era la de incentivar el mercado laboral en 2013 justo cuando España salía de la crisis.
En enero de 2018 se llevaron a cabo unas modificaciones para ampliar la tarifa plana de 6 meses a dos años, quedando de la siguiente manera:
Primeros 12 meses: 50 euros (cuota mínima por contingencias comunes) o un 80% de bonificación en caso de cotizar por bases superiores a la mínima establecida.
De 12 a 18 meses: 50% de reducción durante el segundo semestre. Esto son 137,97 euros en el primer semestre de 2018 y 139,43 euros a partir del segundo después de la aprobación de los presupuestos generales del Estado de 2018.
De 18 a 24 meses: 30% de reducción durante el siguiente semestre. Es decir, 192,79 euros en el primer semestre de 2018 y 195,24 euros a partir del segundo.
De 24 a 36 meses: 30% de bonificación para nuevos autónomos menores de 30 años y autónomas menores de 35 años.
Los datos del ministerio de trabajo estipulan que desde 2013, año de entrada en vigor hasta hoy, 1.473.774 personas se han beneficiado de la tarifa plana. El problema es que, tan sólo 221.066 (15,5%) sigue activo en la actualidad.
La alternativa: cotización por tramos
La fórmula presentada por las principales organizaciones de autónomos UPTA y ATA, y bien recibida por el gobierno pero a la espera de que sea tramitada por el órgano legislador, queda de la siguiente manera:
Autónomos con ingresos por debajo del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) pagarán a la Seguridad Social una cuota de autónomos reducida de 50 euros.
Autónomos los ingresos estén por encima de este SMI con límite de 30.000 euros anuales. En este caso y aunque los autónomos se decantaran por cotizar por la base mínima, no deberían realizar ajustes al final del año fiscal.
Autónomos que ingresen entre 30.000 y 40.000 euros continuarían eligiendo base de cotización, pero habría un mínimo anual de 14.000 euros que es el equivalente a la base del Grupo 1 del Régimen General. Este mínimo de cotización obligaría al trabajador a regularizar su situación a finales de año, haciendo frente a la diferencia entre su base elegida y esta cifra de 14.000 euros.
Autónomos los ingresos se sitúen entre 40.000 y 60.000 euros, esta cuantía mínima anual se incrementaría a 18.000 euros.
Autónomos que ingresen más de 60.000 euros estarán obligados a acogerse al tramo con la cotización mínima anual de 24.000 euros.
El futuro de la tarifa plana de los autónomos
Desde el Ministerio de Trabajo se asegura que hay que limitar la bonificación aunque no está entre sus planes eliminar la tarifa plana.
Es decir, en paralelo a esta nueva fórmula de cotización expuesta, se mantendría viva la tarifa plana con nuevas características que le proporcionan mayor eficacia.
Ahora toca definir las formas en que hacerlo.
Si bien el gobierno no ha dado un paso adelante estableciendo los límites a la cuota reducida, sí lo han hecho las principales organizaciones de autónomos del país.
Para ATA habría que dejar fuera de la tarifa plana en el segundo año a aquellos autónomos que superasen los 30.000 o 40.000 euros en los cuatro trimestres siguientes al alta, o que obtuvieran en el primer año beneficios netos superiores a 15.000 euros.
Para UPTA las limitaciones se establecerán desde el inicio, vinculando su concesión a la viabilidad del negocio que el autónomo quiere poner en marcha.
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